Tanto los gatos como los perros tienen bigotes gruesos y
llamativos en los laterales de su hocico, y otros pelos táctiles de la misma
configuración y estructura en la parte inferior de su mandíbula y en la parte
superior de sus ojos, algo así como verdaderas cejas.
Los bigotes de los perros y de los gatos, también llamados
vibrisas, son pelos de un grosor y rigidez diferentes a la del resto de los
cabellos comunes y están ubicados en zonas específicas del cuerpo.
Son verdaderos receptores táctiles, que tienen sensibilidad
muy especial y son capaces de percibir la dirección del viento y su velocidad,
los objetos que tocan y quizás tengan alguna otra función o aptitud que hasta
el día de hoy es desconocida.
Estas cualidades les permiten orientarse, sobre todo a los
gatos, con poca luz y en especial en espacios en los que les sea difícil ver y
mantenerse alertas ante los cambios que puedan ocurrir. Además de los bigotes
que se encuentran en su hocico, también tienen pelos a modo de cejas encima de
sus ojos, en la parte trasera de sus mejillas, como si fuera una barba, y en la
parte palmar de sus patas delanteras.
Si estos bigotes o pelos táctiles en algún momento llegaran
a faltar, la capacidad de orientación, especialmente la de los gatos, podría
verse afectada. A pesar de la creencia popular, la ausencia de los bigotes no
impide que los gatos puedan caminar. De hecho, es normal que a veces se caigan
naturalmente y que vuelvan a crecer, como el resto de su pelaje.
A pesar de ello, no está bien cortarlos por razones
meramente estéticas, como suele hacerse en las presentaciones a exposición de
los gatos y los perros. Tampoco se debe tirar de ellos de manera brusca, ya que
esta acción genera mucho dolor y podría producirles un serio daño en el
folículo piloso.
¿Qué pasa si se le corta el bigote a un perro o a un gato?
Aunque algunas personas creen que puede ser una buena idea cortarlos, no debe
hacerse ya que se trata de herramientas muy importantes que los ayudan a relacionarse
con su entorno y que deben conservar.
Las señales que envían estos pelos receptores al cerebro les
indican a los perros y a los gatos la dirección del viento, la temperatura, la
textura de los objetos y el terreno que los rodea. Además, los ayudan a ubicarse
espacialmente, algo que es fundamental cuando se encuentran a oscuras, o cuando
se trata, por ejemplo, de un perro ciego.
Por eso, cuando alguien quiera cortarle los bigotes a un
perro o un gato pensando que se verá más bonito, debe saber que podría causarle
un serio daño a su animal de compañía. Al igual que los seres humanos, los
perros y gatos también envejecen y es normal que sus bigotes, con el paso del
tiempo, se empiecen a caer y cambien de color formando canas.
Por otra parte, los perros y los gatos mudan los bigotes,
como lo hacen con el pelaje. Así, es posible observar que de tiempo en tiempo
alguno que otro bigote se caiga y crezcan nuevos.
Si los bigotes se están cayendo más de lo normal, es
importante consultar con el médico veterinario de confianza para evaluar con
certeza el estado de salud del animal.