Son insectos que están presentes en cualquier parte. De hecho, es muy común verlas en las casas, sobre todo en épocas de verano donde la temperatura térmica es mayor y en lugares donde hay migajas de comida o dulce.
Según este relevamiento, convivimos con 20 billones de especies. Podríamos decir que la tierra, en realidad, es de ellas y nosotros sólo estamos de visita.
Para poder analizarlas los investigadores llevaron a cabo un arduo trabajo, porque solo hay dos maneras de contabilizarlas: bajarse al suelo para tomar muestras de la hojarasca, o colocar pequeñas trampas (a menudo sólo un vaso de plástico) y esperar a que se cuelen en ellas.
Las que viven en el suelo son más abundantes en las
regiones tropicales y subtropicales, según el equipo de investigación, pero
pueden encontrarse en casi todas partes, excepto en las zonas más frías del
planeta.
Dispersar semillas, lo que permite que salgan nuevas plantas
y árboles:
Tal como sucede con las abejas y con algunas cucarachas, estos artrópodos pueden dispersar semillas en el suelo. Este proceso lleva un nombre científico y es mirmecocoria.
De no existir especies como estas, la vegetación no podría extenderse.
Polinizar, lo que también permite la reproducción de la vida vegetal:
Se alimentan de materia orgánica en descomposición, por lo
que ayudan a limpiar y a aprovechar los residuos orgánicos.
Son especialistas en reciclaje, creando un impacto positivo al medio ambiente.
Consumen insectos y animales invertebrados manteniendo el equilibro:
Son consumidas y también consumen ciertos insectos. No solo especies vivas, sino también cadáveres como el de una polilla o cucaracha.