Los diez días de exequias por la reina Isabel II en
septiembre costaron a los contribuyentes británicos 161,7 millones de libras
(u$S200 millones), según cifras publicadas el jueves por el Tesoro del Reino
Unido.
La monarca falleció el 8 de septiembre de 2022, con 96 años,
en su castillo escocés de Balmoral, lo que habilitó la sucesión de su
primogénito, Carlos III, de 74 años.
De allí, su féretro fue trasladado a la capital escocesa
Edimburgo, para una primera capilla ardiente, antes de ser expuesto al público
en Londres durante cinco días en Westminster Hall, la sala más antigua del
Parlamento británico, por donde desfilaron cientos de miles de personas.
El funeral de Estado se celebró el 19 de septiembre en la
Abadía de Westminster, ante 2.000 invitados, incluidos cientos de dignatarios y
dirigentes extranjeros.
Después, hubo una ceremonia privada en el Castillo de
Windsor, unos 40 km al oeste de Londres, donde la reina fue enterrada junto a
sus padres y su esposo, el príncipe Felipe.
Según una declaración escrita del secretario principal del
Tesoro, John Glen, al Parlamento, el coste total fue de 161,743 millones de
libras.
"La prioridad del gobierno era garantizar que estos
eventos se desarrollaran sin contratiempos", "al tiempo que se
garantizaba la seguridad del público", afirmó.
La mayor partida de gasto corresponde al ministerio del
Interior, con 73,68 millones de libras. Miles de agentes de policía fueron
desplegados por todo el Reino Unido durante los 10 días de luto nacional.
Le siguen el ministerio de Cultura y Medios, con 57,42
millones de libras, y el gobierno autónomo escocés, con 18,75 millones de
libras.