Los niveles de hielo marino de la Antártida se encuentran en un mínimo histórico para el invierno, según observan los científicos. El hielo que rodea el continente más meridional de la Tierra mide ahora menos de 17 millones de kilómetros cuadrados (6,5 millones de millas cuadradas), según el Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve de Estados Unidos.
Durante la primavera austral de 2022, el hielo marino antártico, que se forma por la congelación del agua salada del océano, ya había alcanzado tasas de derretimiento récord, antes de caer en febrero a su nivel más bajo desde que comenzaron las mediciones satelitales, hace 45 años.
Se trata de 1,5 millones de kilómetros cuadrados (580.000 millas cuadradas) menos que el promedio de septiembre. Esto, advierten los investigadores, implica una amenaza para los hábitats de pingüinos, focas y otras especies animales antárticas, y contribuye al aumento del nivel global del mar.
Walter Meier, científico investigador principal del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo, dijo a la BBC: "Está tan lejos de todo lo que hemos visto, que es casi alucinante".
Los datos del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo han demostrado recientemente que la extensión del hielo marino es inferior al promedio desde que comenzaron los registros, independientemente de la época del año. En febrero, solo había 1,91 millones de kilómetros cuadrados de hielo rodeando el continente.
Estos efectos, principalmente, se atribuyen a los gases de efecto invernadero, impulsado por la quema de combustibles fósiles como el carbón y el gas. También influyen los vientos y las corrientes oceánicas, así como por la temperatura, por lo que existe la posibilidad de que existan otros factores además del calentamiento global.