La resolución y cobertura de la superficie de Marte en el mosaico eliminó gran parte de la incertidumbre del equipo, llenando vacíos y proporcionando contexto para las características. El mosaico permite a los investigadores explorar preguntas a escalas globales, en lugar de limitarse a estudios más irregulares y localizados y extrapolar los resultados a todo el hemisferio.
Gran parte de la investigación previa sobre hidrología de Marte se militó a cráteres o sistemas individuales, donde se conocen tanto la fuente como el destino de los sedimentos. Eso es útil, pero más contexto es mejor para comprender realmente la historia ambiental de un planeta y estar más seguros de cómo se formó una característica individual.
Además de identificar 18 nuevas crestas fluviales, el uso de la imagen en mosaico permitió al equipo volver a examinar las características que previamente habían sido identificadas como crestas fluviales. Tras una inspección más cercana, algunos no estaban formados por ríos después de todo, sino por flujos de lava o glaciares.
"Si solo ves una pequeña parte de [una cresta], es posible que tengas una idea de cómo se formó", expresó Dickson. "Pero luego lo ves en un contexto más amplio, como, oh, es el flanco de un volcán, es un flujo de lava. Así que ahora podemos determinar con más confianza cuáles son las crestas fluviales, frente a las crestas formadas por otros procesos", añadió.
Ahora que se tiene una comprensión global de la distribución de los ríos antiguos en Marte, las exploraciones futuras, ya sea por róver o por astronautas, podrían usar estos registros de rocas para investigar cómo eran los climas y la tectónica del pasado. "Uno de los mayores avances en los últimos veinte años es el reconocimiento de que Marte tiene un registro sedimentario, lo que significa que no estamos limitados a estudiar el planeta hoy", aseguró Fischer.
Fuente: Noticias Ambientales