El huevo es un alimento de origen animal, producto de las gallinas ponedoras y uno de los más completos que existen. Su contenido es altamente nutritivo y fácil de conseguir.
Según la Cámara Argentina de Productores Avícolas, el
consumo por parte de los argentinos se ubica actualmente en los 322 huevos per
cápita. La cifra da la pauta del lugar que ocupa este alimento en el mapa
alimentario nacional y permitió que el país escalara este año dos peldaños en
el ranking mundial de ingesta de huevos, y quedara en la tercera posición,
detrás de México y Japón.
Pocos alimentos contienen tantas vitaminas y minerales. "Cuando lo consumimos, ingerimos vitaminas A, D, E y B12, así como tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, piridoxina, folato, biotina, calcio, hierro, zinc, magnesio, fósforo, potasio, selenio y sodio. Todos estos nutrientes contribuyen al bienestar físico y mental, reduciendo el riesgo de enfermedades, aportando energía y potenciando el desarrollo", explica Romina Sayar (M.N. 2838), nutricionista especializada en investigaciones sobre el huevo.
A pesar de ser un alimento súper funcional y altamente nutritivo, existen muchas creencias falsas con respecto a su consumo. Entre ellas, estas son las 5 principales:
1) Es malo para la salud porque eleva el colesterol. Por el
contrario, el consumo de huevos no está ligado a un aumento importante de
colesterol sanguíneo. Aunque la mayor parte de los alimentos ricos en
colesterol suelen ser también ricos en grasas saturadas, el huevo no lo es. Los
principales responsables dietéticos del aumento de los niveles de colesterol en
sangre son las grasas saturadas y las parcialmente hidrogenadas. Un huevo de
tamaño medio contiene unos 200 mg de colesterol, pero tiene más grasas
insaturadas, beneficiosas para la salud.
2) Los huevos marrones son más nutritivos. Las propiedades
nutricionales de los huevos blancos y marrones son idénticas. La diferencia en
el color de la cáscara está relacionada con la raza de la gallina que los
produce. Las gallinas de razas marrones ponen huevos con cáscara de color,
mientras que las gallinas blancas ponen huevos de cáscara blanca.
3) Es bueno comer huevo crudo. Comer huevos crudos podría ser
peligroso para el organismo. Las aves de corral pueden ser portadores de
bacterias como la Salmonella, estos microorganismos se pueden propagar de las
aves a sus huevos, por lo tanto, siempre se deben manipular y cocinar los
huevos de manera adecuada para prevenir potenciales enfermedades y aprovechar
todos los nutrientes de este alimento.
4) El huevo se debe lavar. Los huevos se deben lavar antes de
consumirlos, no al guardarlos. La limpieza previa al almacenamiento podría
abrir la puerta a la entrada de microorganismos al eliminar la fina película
protectora de la cáscara, que es porosa. Se aconseja lavar los huevos antes de
consumirlos asegurándose de secarlos cuidadosamente con papel de cocina
desechable.
5) Es mejor comer solo claras. La proteína se encuentra
principalmente en la clara, aunque también en menor cantidad en la yema. Tanto
la clara como la yema brindan una excelente combinación de nutrientes, este
alimento en su totalidad aporta 75 kcal por unidad. Además, comer solo la clara
o solo la yema genera mucho desperdicio de alimentos.
Los beneficios del huevo comienzan en la cadena productiva
Las granjas y el entorno donde crecen las gallinas ponedoras
juegan un papel clave, al igual que el cuidado de su salud. Juan Esteban Calvo,
Director de la Unidad de Avicultura y Porcicultura de MSD Salud Animal
Argentina, explica que "la calidad va a depender de la crianza que se le brinde
a las aves. Como la salud animal y humana están interconectadas, es fundamental
que las gallinas ponedoras estén vacunadas para mantener las aves sanas y
evitar trasladar riesgo a la salud del consumidor. De esta forma se pueden
evitar enfermedades como la Salmonella, ya que esta enfermedad puede afectar la
salud de los consumidores, la salud de las aves y el bienestar productivo y
económico del productor. En el país, el SENASA es el organismo que se encarga
de controlar y regular los estándares de calidad de este alimento que se
consume cada vez más en la mesa de los argentinos".