René Gerónimo Favaloro nació un día como hoy de 1923 en una casa humilde del barrio "El Mondongo" de La Plata. A tan sólo una cuadra se levantaba el Hospital Policlínico como presagio de un destino que no se hizo esperar. Con apenas cuatro años de edad, Favaloro comenzó a manifestar su deseo de ser "doctor".
Quizás la razón se debía a que de vez en cuando pasaba unos días en la casa de su tío médico, con quien tuvo oportunidad de conocer de cerca el trabajo en el consultorio y en las visitas domiciliarias; o quizás simplemente tenía una vocación de servicio, propia de la profesión médica.
Sin embargo, la esencia de su espíritu iba más allá de su vocación y era mucho más profunda: calaba en los valores que le fueron inculcando en su casa y en las instituciones donde estudió. Sobre esa base edificó su existencia.
Siguiendo su deseo de pequeño, Favaloro ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata. En el tercer año comenzó las prácticas en el Hospital Policlínico y empezó a tomar contacto por primera vez con los pacientes. Excediendo lo exigido por el programa, volvía por las tardes para controlar la evolución de los pacientes y dialogar con ellos.
Por aquellos tiempos, un tío le comentó a René que el médico de su pueblo, Jacinto Arauz, provincia de La Pampa, estaba gravemente enfermo y que debía viajar a Buenos Aires a hacerse un tratamiento. Por eso acudía a su sobrino, para suplir la ausencia durante un par de meses.
Aunque no fue una decisión fácil, René concluyó que un par de meses se pasarían rápido y sería un tiempo prudente en el que la situación política podía cambiar. Habiendo aceptado entonces la propuesta, Favaloro partió rumbo al pueblo de 3500 habitantes en una zona desértica de La Pampa. Llegó en mayo de 1950. Rápidamente entabló una buena relación con el doctor Rachou, cuya enfermedad resultó ser un cáncer de pulmón. Ese hombre falleció unos meses más tarde, y quedó entonces sólo René como médico del pueblo con el que ya se había compenetrado.
Al poco tiempo, llegó al pueblo su hermano Juan José, también médico. Juntos se establecieron allí durante 12 años, años en los que fundaron un centro asistencial, disminuyeron hasta casi desaparecer la mortalidad infantil de la zona, redujeron la desnutrición y la cantidad de infecciones en los partos, crearon un banco de sangre de personas vivas con donantes que se presentaban cada vez que los necesitaban y realizaron charlas comunitarias en las que enseñaban métodos para prevenir enfermedades.
Después de 12 años, surgió la oportunidad de ampliar sus estudios en Estados Unidos. René sintió que en Jacinto Arauz, ya no quedaba más nada que lo hiciera crecer allí académica y profesionalmente. Así que, con sus escasos recursos, tomó un vuelo y aterrizó en el año 1962 en Cleveland, Estados Unidos.
Sin dudas, uno de los principales hitos de la carrera de Favaloro fue la estandarización de un procedimiento conocido como bypass, que busca restaurar el flujo sanguíneo en el marco de enfermedades de las arterias coronarias que irrigan el miocardio del corazón.
Más allá de aquella fundamental contribución, definir al legado de este doctor en pocas palabras puede resultar complicado, toda vez que su destacada labor trascendió las fronteras de Argentina e impactó en diversos rubros de la medicina y la sociedad en general.
Resumir la historia de Favaloro en un solo párrafo podría convertirse en una injusticia, ya que desde su nacimiento el 12 de julio de 1923 en el barrio El Mondongo, de La Plata, hasta la realización del primer bypass aortocoronario el 9 de mayo de 1967, fueron 44 años de búsqueda y perfeccionamiento. Es que luego de 12 años de desempeñarse como médico en un pueblo pampeano muy cerquita de nuestra ciudad (Jacinto Arauz), decidió abandonar la Argentina para viajar, en 1962, a Estados Unidos. Su objetivo, especializarse en cirugía cardiovascular.
Su objetivo era claro: aprender sobre anatomía arterial. Tras 5 años de arduo trabajo que lo llevaron a realizar una intervención que revolucionó la historia de la medicina cuando, realizó el primer bypass coronario del mundo, en una mujer de 51 años.
El bypass, es uno de "los 400 inventos más importantes de la historia de la humanidad", por la plataforma cultural de Google, y la salvación para miles de personas en todo el mundo.