Según una investigación reciente, cuando se rigen por el
consentimiento mutuo y la comprensión, este tipo de relaciones puede permitir a
las personas compartir más plenamente la felicidad de los demás.
Los poliamorosos enfrentan el estigma y la discriminación en
su vida cotidiana, sin embargo, una investigación muestra que tener una
relación romántica con más de una persona a la vez puede ofrecer beneficios
emocionales y físicos a todas las partes.
Una reciente publicación titulada Why It´s OK to Not Be
Monogamous ( Por qué está OK no ser monógamo), de Justin Clardy, explica que "los poliamorosos enfrentan el riesgo de ser despedidos, se les niega la
vivienda o la ciudadanía, o que les quiten a sus hijos debido a sus identidades
y estilos de vida poliamorosos".
Los estados y los gobiernos ofrecen incentivos financieros,
legales y sociales a las parejas casadas. Mientras tanto, los hombres y mujeres
que se desvían de estas normas monógamas son tratados como parias y
avergonzados públicamente.
A pesar de esto, las relaciones poliamorosas están en
aumento. Se estima que entre el 4% y el 5% de la población estadounidense está
actualmente involucrada en relaciones consensualmente no monógamas.
"Las relaciones poliamorosas necesitan apoyo y protección
que el Estado es el único capaz de proporcionar y está en la mejor posición
para que lo lleve a cabo... Una de las formas en que el Estado puede cumplir
con su responsabilidad de proporcionar una base social para las relaciones
poliamorosas es reformar el matrimonio civil para reflejar los requisitos del
matrimonio mínimo. El matrimonio mínimo propone un conjunto de derechos legales
que funcionarían como la base social de apoyo para las relaciones
poliamorosas", argumenta Clardy.
Uno de los fundamentos más comunes contra el poliamor es que
incita sentimientos dolorosos de celos, sin embargo, las parejas monógamas
también experimentan esta emoción. De hecho, Clardy argumenta que en muchos
casos la vulnerabilidad, la posesividad y el sentido de derecho al amor de otra
persona están más en el corazón de lo que queremos admitir.